Skip to main content
BlogCampañasLGTBIQ+Sevilla CheckpointSin Categoría

CON PLUMA Y CON ORGULLO, PAREMOS LA PLUMOFOBIA

By junio 18, 2025No Comments

Cada año, junio tiñe las calles de colores y mensajes de orgullo: Banderas que ondean, las ciudades se llenan de actividades, y el colectivo LGTB+ se convierte en el centro de una celebración que honra la diversidad, la visibilidad y la lucha por los derechos. 

Sin embargo, mientras bailamos al ritmo de la inclusión, hay realidades incómodas que siguen silenciadas dentro del propio colectivo. Una de ellas es la plumofobia: el rechazo a las expresiones de género feminizadas, especialmente cuando provienen de hombres gais u otras identidades disidentes.

Hablar de plumofobia es señalar una herida interna. Es hablar del prejuicio, la burla y el desprecio que muchas personas del colectivo sufren no solo desde fuera, sino desde dentro. Es denunciar que, incluso en los espacios que deberían ser seguros, sigue habiendo reglas no escritas sobre cómo «ser gay» correctamente, cómo «encajar» o cómo ser visible sin incomodar.

¿Qué es la plumofobia?

La plumofobia se manifiesta como rechazo, vergüenza o discriminación hacia las personas del colectivo LGTB+ que expresan feminidad, de forma gestual, verbal o estética. Aunque puede afectar a distintas identidades, es especialmente común contra hombres gais o personas no binarias que escapan de la masculinidad normativa. El término viene de “pluma”, una forma coloquial de referirse a la expresión afeminada.

Esta discriminación se presenta de múltiples formas: desde los comentarios despectivos (“pareces una loca”, “si fueras más discreto te iría mejor”), hasta actitudes de exclusión en espacios sociales o incluso en aplicaciones de citas, donde abundan perfiles con frases como “sin pluma”, “masc4masc”, “locas no” o “discretos, por favor”.

Aunque pueda parecer algo anecdótico, este tipo de exclusión tiene consecuencias muy reales: aislamiento, vergüenza de la propia identidad, baja autoestima, presión por “encajar”, e incluso violencia física o verbal. Muchos hombres homosexuales afeminados, por ejemplo, aprenden desde jóvenes a esconder su pluma para evitar ser ridiculizadas, incluso entre otros chicos del colectivo.

La misoginia como raíz

La plumofobia no es solo homofobia interiorizada. En su base hay un desprecio profundo hacia lo femenino, es decir: Misoginia. Lo afeminado es considerado débil, ridículo, exagerado, superficial. Lo masculino se premia y lo femenino se penaliza, incluso cuando aparece en cuerpos que no se identifican como mujeres. Esta jerarquización de lo masculino por encima de lo femenino es una de las bases más fuertes del patriarcado, y lamentablemente, también se reproduce dentro del colectivo LGTB+.

Así, muchos hombres homosexuales buscan parecer “serios”, “discretos” o “masculinos” para no parecer “maricones” o “locas”. La pluma se convierte en un estigma que no quieren llevar, y que rechazan en otros para sentirse más seguros o aceptados socialmente. Esta idea, alimentada por estereotipos culturales y presión social, lleva a una búsqueda constante de validación dentro de la norma.

Doble o triple discriminación

Para muchas personas, la plumofobia no es la única violencia que sufren. La expresión afeminada suele cruzarse con otras discriminaciones: racismo, transfobia, gordofobia, clasismo. Por ejemplo, una persona racializada y afeminada puede ser más estigmatizada que una blanca con la misma expresión de género.

Además, la presión para “no dar la nota” dentro del colectivo genera una enorme carga emocional. Se espera que las personas afeminadas bajen el tono, moderen su forma de vestir, controlen sus gestos o su forma de hablar. Y si no lo hacen, son vistas como “el estereotipo”, “lo que nos da mala imagen”, “lo que no representa al colectivo”.

Pero, ¿quién decide lo que representa al colectivo? ¿Quién tiene el derecho de señalar qué identidades son válidas?.

Invisibilización y borrado histórico

La plumofobia también es una forma de borrar la memoria colectiva. Porque si hay algo que la historia del movimiento LGTB+ nos ha enseñado, es que las personas afeminadas, trans y no normativas han estado siempre al frente de la lucha. No fueron los cuerpos “normativos y discretos” quienes iniciaron los disturbios de Stonewall. Fueron las “locas”, las drag queens, las personas trans racializadas. Fueron quienes no podían ocultar su diferencia ni querían hacerlo.

Hoy, muchas de esas identidades siguen siendo marginadas dentro del propio colectivo que ayudaron a construir. Se les niega el protagonismo, se las esconde en los medios, se las omite en los discursos oficiales, se les cierran las puertas de representación institucional. Y eso también es violencia.

Practicar la diversidad, no solo celebrarla

Durante el Mes de la Diversidad, se nos invita a celebrar lo que somos. Pero también deberíamos preguntarnos qué espacios estamos construyendo: ¿Son realmente diversos? ¿Incluyen todas las formas de ser y expresarse?.

La verdadera diversidad no se reduce a “tolerar” al otro, sino a reconocer que la diferencia nos enriquece, y que no hay una sola forma válida de ser LGTB+. La pluma no es una amenaza, es una forma de resistencia. Es expresión, historia, memoria y política. Es libertad y autenticidad en estado puro.

No hay orgullo sin todas las voces

Este junio, cuando veas una bandera arcoíris, recuerda que no solo representa identidades sexuales o de género, sino también la multiplicidad de formas de existir.

Combatir la plumofobia es una tarea que nos urge. No solo para proteger a quienes la sufren, sino para liberar al colectivo entero de las cadenas del machismo y la misoginia. Porque mientras haya personas que no se sientan bienvenidas en su propia comunidad, la lucha seguirá siendo incompleta.

Porque la diversidad no se declama, se practica.

Porque la diversidad también se defiende desde dentro.

Por: Abraham Martín Franco

Adhara Asociación VIH/SIDA
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.

Al pulsar “Guardar cambios”, se guardará la selección de cookies que hayas realizado. Si no has seleccionado ninguna opción, pulsar este botón equivaldrá́ a rechazar todas las cookies.”

Al pulsar "Activar todo" podrás disfrutar de la web sin problemas con los vídeos de youtube u otros que necesiten cookies para su total funcionamiento.