El tratamiento ya se suministra por los sistemas públicos de salud de Francia, Noruega o Reino Unido.
Colectivos del ámbito del VIH y de personas homosexuales y transexuales solicitan al Ministerio de Sanidad que incluya la ‘profilaxis pre-exposición’, conocida popularmente como la ‘pastilla del día antes del VIH, para frenar la transmisión de este virus que cada año contraen 4.000 personas en España y 600 en Andalucía.
El tratamiento en cuestión está ya avalado por la Agencia Europea del Medicamento y su suministro está aprobado por la sanidad pública en Francia, Escocia, Perú, Noruega y en Estados Unidos, lo que lleva a las entidades que trabajan frente al VIH a solicitar que este medicamento sea incluido en la cartera de prestaciones de la sanidad pública.
“El uso de preservativo es muy útil, pero hay gente que no se lo pone y a esa gente no le podemos poner una pistola en la cabeza”, enfatiza Diego García, presidente de Adhara, ONG referente en Andalucía en el ámbito del VIH y de las infecciones de transmisión sexual.
García defiende que el suministro de la ‘pastilla del día antes’ del VIH supondría un ahorro cuantitativo en las arcas públicas, ya que este tratamiento se toma durante el tiempo que se tengan relaciones de riesgo y evita que se tenga que mantener de por vida el tratamiento en antirretrovirales que toman las personas que viven con el virus de inmunodeficiencia humana.
Cabe destacar que el laboratorio que ostenta la patente de este medicamento frente al VIH es el mismo que posee los derechos sobre Sovaldi, el tratamiento que cura la Hepatitis C que finalmente fue suministrado por el Ministerio de Sanidad después de la movilización social.
Así, García pide a las autoridades sanitarias que establezcan conversaciones con el laboratorio para negociar el precio del tratamiento y que éste sea accesible para la administración pública porque “estamos hablando de algo tan vital como el derecho a la salud”, apunta el presidente de Adhara.
Este medicamento sería ideal para personas que tienen relaciones continuadas con personas que viven con el VIH, trabajadores y trabajadoras sexuales y otro tipo de poblaciones de riesgo y su implementación en los sistemas públicos de salud está respaldada por ONUSIDA.