A veces el sexo sin protección desencadena miedos y culpas.
¿Qué debes saber sobre la Profilaxis Post Exposición no ocupacional al VIH (PPE)?
Nuestro cibereducador te lo explica claramente en este artículo para Togayther
“Estuve de fiesta y, de ahí, me fui a casa de un tío. Había varios más a los que no conocía. Me penetraron tres veces como mínimo; yo también penetré a un chico. No recuerdo si hubo eyaculación. Sólo hubo condón la primera vez. Han pasado tres horas y ya se me ha pasado el “colocón”. Estoy asustado, tengo mucho miedo ¿qué puedo hacer?”.
Cada vez con más frecuencia, recibo mensajes como este en el Whatsapp del Cibereducador. En la persona se disparan todos los miedos, angustias, culpas… y la desinformación. ¿podemos hacer algo? SÍ.
Especialmente cuando hay penetración anal sin condón (con o sin eyaculación, seas activo o pasivo), puedes acudir a las Urgencias de los Hospitales (lo más usual en Andalucía) o a la Unidad de Medicina Interna/Infecciosos de tu hospital de referencia. Si tienes dudas, no te cortes y ponte en contacto con una ONG u organización de tu ciudad dedica
da a temas de salud sexual (¡el whastapp del Cibereducador de Adhara (Sevilla) siempre está para ti!).
Una vez allí, tendrás que explicar la práctica de riesgo; no es una situación cómoda, sin embargo, el sexo es consustancial al ser humano: ¡naturalidad! Tienes que pedir la Profilaxis Post Exposición al VIH (PPE). Es un tratamiento al que podemos tener acceso, siempre bajo indicación y prescripción médica, y al que tenemos DERECHO.
¿Qué es la PPE?
Un método excepcional y de urgencia que puede reducir la posibilidad de infectarnos por VIH utilizando antirretrovirales durante 28 días (los medicamentos que se usan para tratar la infección por VIH). Puede tener algún efecto secundario (muy leve, si lo hay). Va acompañada de algunas analíticas de VIH, en distintos plazos.
¿Cuándo puedo pedirla?
El tiempo es fundamental. Cuanto más cerca estemos de la práctica de riesgo, mejor. Y mucho mejor dentro de las 48 horas siguientes. Más allá de las 72 horas ya ni tiene sentido ni te la van a dar.
¿Quién valora si se administra o no?
La PPE está regulada en un protocolo del Ministerio de Sanidad. Lo usual es que se solicite en las Urgencias de los Hospitales y, por tanto, el médico/a debe conocerlo y es la persona que valora y decide su administración.
¿Qué ocurre en las Urgencias?
Afortunadamente, la PPE se conoce cada vez más por el personal sanitario. En muchos casos, no vas a encontrar ningún problema para que te la den. La profesionalidad del médico y, sobre todo, su empatía, van a ponerlo todo fácil.
“A había conocido a un chico. La relación fue sin condón. Pasadas unas horas le entraron los miedos. Me escribió, le expliqué la opción PPE y, tras resolver sus dudas, se fue a Urgencias. A las dos horas, A me escribió más tranquilo: el médico le había explicado todo, había sido amable. Le dieron tres pastillas, le hicieron una analítica de vih y lo citaron en la Unidad de Infecciosos a los tres días para valoración por el especialista. Todo correcto. A controlado, informado y protegido. Tiene 25 años”.
Sin embargo, en otros casos (una muy buena parte de ellos) el médico desconoce la PPE, enjuicia la conducta de la persona, la culpabiliza y, no sólo no resuelve, sino que hace más daño.
“Sábado a primera hora. Derivé a X a urgencias del Hospital. Ya de entrada, la auxiliar de recepción le dijo: “se os va la cabeza con las drogas”. (X no consume drogas). Tras una hora esperando, la médico que lo atendió no conocía la PPE. X tuvo que escuchar: os acostáis con cualquiera, parece mentira, sólo os importa el sexo, vaya vida que lleváis los gais…la ONG (por Adhara) me va a decir a mí lo que tengo que hacer… Y lo derivó a la Unidad de Infecciosos para consulta el martes próximo a las 12h, es decir, cuando ya habían pasado las 72 horas. Absurda derivación… Remití a X a otro hospital de la ciudad “por si tenía más suerte”. Más de lo mismo, más juicios…y X más vulnerable y asustado. En esta ocasión, el médico lo derivó al Centro de ITS para que pidiera cita. Otro absurdo. Le había advertido de que esas cosas podían pasar, que era su derecho y que pusiera una reclamación. Sin embargo, la vulnerabilidad del momento, el tono del personal sanitario, los miedos y los sentimientos de culpa que se disparan en la persona hacen muy difícil que haya una reclamación. X se fue a su casa hundido, impotente y, a día de hoy, sigue esperando plazos para hacerse la prueba de VIH. X tiene 19 años”
“Lo de H fue aún más humillante… había tenido varias relaciones sin condón en la misma noche. Escuchó todas las valoraciones desagradables que puede haber, todos los juicios, toda la homofobia que una persona puede guardar en su interior hasta que H se derrumbó y se echó a llorar en la consulta. Entre sus lágrimas, el médico le dijo: “venga, te voy a hacer una exploración genital para ver si hay síntomas de sida”. Por supuesto, no encontró nada. Y, por supuesto, ese médico mostró un desconocimiento total de manejo del vih/sida. H se bajó los pantalones, la ropa interior. El médico exploró (¿qué buscaba, por favor, qué demonios buscaba?). Y tras darle el último consejo (¡mira con quien te acuestas, que parece que os habéis caído de un guindo!) lo envió a su casa sin más. H cumplía los 18 años al día siguiente”.
No lo olvides: la PPE es un tratamiento al que podemos tener acceso (siempre bajo indicación y prescripción médica) y al que tenemos DERECHO. ¡Puedes reclamar y exigir!
Si tienes dudas sobre salud sexual, VIH y otras ITS (y sus pruebas rápidas), apoyo emocional a personas que viven con VIH, PPE, PrEp… sólo tienes que escribirme:
Cibereducador en Salud Sexual, Sevilla Checkpoint-Adhara, Whatsapp/Telegram 620 07 74 21